¿Por qué es tan difícil peluquear gastos del gobierno?

El Congreso hundió la Ley de Financiamiento de Petro que buscaba $16,3 billones para financiar el presupuesto de 2026. Y aunque mucha gente sugiere cortar gastos, eso no es tan fácil. Acá le contamos.

La respuesta rápida es…

Porque entre el 88 y 92% del presupuesto público de Colombia es inflexible, según el Carf y el Minhacienda. Por ejemplo, de cada $100.000 del presupuesto, el gobierno solo puede decidir cómo usar un poco menos de $10.000, según nos contó pipol experta en finanzas públicas. 

Esa inflexibilidad no es nueva, viene de años atrás, según lo que nos dijeron varios exministros en un podcast que hicimos. Aquí se lo dejamos para que lo vea en YouTube.

Este problema se debe a varias cosas

Entre esas, la cantidad de plata que se le pasa a las regiones cada año a través del Sistema General de Participaciones, que crecerá con los años hasta el 39,5% del presupuesto del país gracias a una reforma reciente. 

Ahí también entran el gasto de programas sociales o para garantizar los derechos que exige la Constitución, los compromisos ya adquiridos pa’ proyectos de infraestructura y la deuda (la que hereda de otros gobiernos y la propia). 

Pero ojo, esto no quiere decir que el gobierno Petro no tenga nada que hacer, aunque su espacio de movimiento sea corto para mocharle a los gastos, su responsabilidad es pilotear las finanzas públicas.

Y en eso se ha venido descachando, como por ejemplo, con proyecciones optimistas de ingresos que no se cumplen o activando el botón de emergencia de la regla fiscal para saltarse los topes de gasto y deudas sin un argumento sólido porque eso es para crisis imprevistas como la del Covid-19. 

El problemón actual y del año pasado es que el presupuesto público está desfinanciado

Aunque en octubre el Congreso le aprobó $546,9 billones al gobierno, el Carf alertó que se necesitaba ajustar o buscar $37,6 billones pa’ completar lo que quiere el gobierno. 

Y como el Congreso no pasó la Ley de Financiamiento, en la práctica, el presupuesto queda de $530,3 billones y el hueco es más pequeño, de $21,3 billones. O sea, al gobierno le va a tocar mocharle al presupuesto la plata que esperaba recibir con esa reforma y ver de dónde saca lo que le falta. 

Aunque el gobierno no ha dicho puntualmente cómo se levantará ese billete pa’ 2026, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, dijo que están viendo alternativas para completarlo. 

Y hace poco, en un trino, Petro mencionó la emergencia económica, un estado de emergencia que le permitiría al gobierno sacar decretos con fuerza de ley y poner o modificar impuestos temporalmente, sin pasar por el Congreso. E incluso el presidente revivió la idea de la constituyente pa’ presionar al Congreso.

Lo bueno es que Petro no se puede sacar esto del sombrero, sino que para la emergencia económica, por ejemplo, necesita la firma de todos sus ministros y la Corte Constitucional entra a revisar si es válida la emergencia o si la tumba. 

Mejor dicho, sin tributaria y con tanto gasto y deuda, las opciones rápidas del gobierno son mochar los gastos que pueda, lo malo es que termina siendo vainas de inversión, o endeudarse. Pero eso no es sostenible y toca buscar ingresos fijos, la gran pregunta es cómo. 

¿Qué fuentes usamos pa’ este contenido?

• Los exministros de Hacienda José Antonio Ocampo y Ricardo Bonilla y el director técnico del Carf, Juan Sebastián Betancur.
• 2 documentos técnicos del Carf sobre perspectivas fiscales de octubre de 2025 y de perspectivas fiscales de 2026.
• El Mfmp de 2025 del gobierno.
• La investigación hecha para el episodio “Lo que nadie explica sobre recortar gastos del Estado”.